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El Glaucoma, el ladrón silencioso de la visión.
¿Qué es el Glaucoma?
El Glaucoma es una enfermedad ocular ocasionada por el aumento en la presión del ojo que afecta directamente el nervio óptico, este es el encargado de llevar la información recibida por medio de la vista al cerebro. El Glaucoma no es un tumor, ni una enfermedad contagiosa, pero de no ser tratada a tiempo puede generar daños significativos, inclusive hasta el punto de la pérdida total de l visión. Con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el cumplimiento del tratamiento indicado por el oftalmólogo se pueden prevenir deterioros importantes en la capacidad visual.
Por el interior del ojo circula el humor acuoso, líquido encargado de la nutrición de las estructuras internas del ojo. Cumple una función similar a la sangre, pero tiene la ventaja que al ser totalmente transparente, permite que la luz pase a través de el, permitiendo al ojo cumplir la misión para la que ha sido diseñado. El humor acuoso tiene un sistema de producción y otro de evacuación; se produce en el cuerpo ciliar y se elimina en un sitio denominado malla trabecular, ubicada en el ángulo de la parte anterior del ojo. El perfecto equilibrio entre la entrada
y salida del humor acuoso, permite mantener constante la presión intraocular; si como consecuencia de algún fallo en estos mecanismos, entra más líquido del que puede salir, la presión se eleva y el nervio óptico comienza a dañarse.
Adicionalmente, se piensa que puedan existir otros factores que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad, como son las alteraciones en el flujo sanguíneo de los vasos del nervio óptico, pero en general se sabe que el glaucoma se presenta en la mayoría de las ocasiones por una alteración en el flujo del líquido interno del ojo.
El glaucoma en general se produce por un desequilibrio entre la producción y eliminación del humor acuoso. Si la malla trabecular está obstruida, restringe el drenaje y aumenta la presión interior del ojo. Esta presión intraocular elevada resulta en daño al nervio óptico y causa la pérdida de la visión. La mayoría de los tratamientos para glaucoma buscan mejorar el balance existente entre el ingreso y salida del humor acuso del ojo.
Se consideran cifras normales de la presión intraocular (PIO) las comprendidas entre 14 a 20 milímetros de mercurio (14-20 mmHg), de existir dos mediciones consecutivas con la PIO superior a los 21 mmHg se puede tomar como un factor de riesgo y considerar como hipertensión ocular.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es considerado una de las principales enfermedades responsables de la ceguera irreversible a escala mundial.
Tipos de Glaucoma
Existen dos tipos básicos de glaucoma, denominados glaucoma de ángulo abierto y glaucoma de ángulo estrecho, en las dos enfermedades existe un desequilibrio entre el líquido que ingresa al ojo y el líquido que sale del mismo, pero los mecanismos por los cuales se produce esta dificultad para la salida es diferente.
Cualquier persona puede desarrollar glaucoma desde que se nace, hasta la edad adulta, pero hay algunos factores de riesgo que nos predisponen más a sufrir de la enfermedad, entre ellos los más importantes son los siguientes: herencia, raza, edad, ser miope, largos tratamientos con corticoides y diabetes.
Síntomas y signos generales del glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que en la mayoría de las ocasiones no muestra ningún síntoma, por lo cual se le conoce como “el ladrón silencioso de la visión”. Pero en algunos casos puede presentar manifestaciones muy sutiles como: enrojecimiento del ojo, dolor ocular ocasional especialmente en la noche, sensación de presión, o de tener duro el ojo, reducción del campo visual, visión borrosa, halos de colores alrededor de las luces, dolor de cabeza inexplicable, pero en general es importante tener claro que el glaucoma tiende a cursar sin ningún síntoma.
Por su condición asintomática y aunque no tengamos ningún malestar o sensación de mala visión, es muy importante realizar exámenes de tamizaje periódicos según la edad del paciente. El glaucoma es una enfermedad muy frecuente y su tratamiento es exitoso si se realiza en forma oportuna.
En los estados finales del glaucoma, antes de la ceguera total, se presenta una visión tubular perdiendo toda la visión periférica, es decir, usted no ve lo que está a su lado, solo ve lo que tiene inmediatamente al frente, y cuando ya la enfermedad está avanzada se presenta una pérdida total e irreversible de la visión. Existen algunos síntomas que se encuentran asociados a los diferentes tipos de glaucoma:
• Visión nublada o con halos alrededor de las luces. • Dolor de cabeza.
• Sensibilidad a la luz o fotofobia. • Agrandamiento de un ojo con respecto al otro.
• Disminución del campo visual. • Visión disminuida.
• Dolor ocular.
Es importante tener claro que el glaucoma en la mayoría de las ocasiones no produce ningún síntoma, por tal motivo se debe realizar los exámenes periódicos para la detección oportuna de la enfermedad.
¿Cómo puede diagnosticarse el Glaucoma?
Con exámenes oftalmológicos periódicos, realizados por el médico oftalmólogo quien puede detectar cambios tempranos en la visión periférica, en el nervio óptico y en la presión intraocular. Es muy importante realizar la detección del glaucoma, para ello los exámenes más frecuentes son:
• Tonometría: es la medición de la presión intraocular.
• Exploración del fondo de ojo u Oftalmoscopía: para evaluar el estado del nervio óptico
y detectar si existen daños.
• Examen de agudeza visual.
• Gonioscopía: para comprobar, en caso de sospecha de glaucoma a qué tipo pertenece.
• Examen de campo visual o campimetría: permite medir la visión periférica (lateral).
Me diagnosticaron Glaucoma. ¿Qué debo hacer?
Si usted es un paciente al que se le ha diagnosticado esta grave enfermedad, es importanteque lo asuma con tranquilidad, pero siendo consciente que solo con un tratamiento oportuno, adecuado y constante podrá preservar el tesoro de su visión. Realice todas las recomendaciones de su médico oftalmólogo en cuanto a tratamiento y frecuencia de seguimiento de su función visual, y tenga en cuenta algunos consejos generales, para proteger su visión y la de sus familiares:
Informe a sus familiares sobre el diagnóstico de la enfermedad y procure que cada uno de ellos se realice los exámenes requeridos para diagnóstico de glaucoma.
El glaucoma es una enfermedad familiar, y hasta que no se demuestre lo contrario, los familiares del paciente con glaucoma pueden estar presentando la enfermedad.
El lograr un diagnóstico precoz, para iniciar el tratamiento correcto y establecer las pautas de seguimiento constituye el arma más eficaz para evitar las graves consecuencias de esta enfermedad.
Preocúpese por mantener un adecuado control de la presión ocular y por aplicarse los medicamentos de manera estricta, según recomendación médica.
Preocúpese por educarse frente a temas relacionados con esta enfermedad y por estar enterado de los últimos avances en el tratamiento del glaucoma.
En general, es importante tener presente que el glaucoma es una enfermedad que si se diagnostica oportunamente y se realiza un tratamiento adecuado se controla en la gran mayoría de las ocasiones, pero por otro lado es importante recordar que si se trata inadecuadamente, el glaucoma continuará avanzando, conduciéndonos en muchas ocasiones a la ceguera.
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